Hace unos días a la luz de las velas y un exquisito vino turco, una enigmática mujer me explicaba el mágico invierno que había vivido en la ciudad que descansa sobre islas… Estocolmo.
Hablaba con amor de la ciudad vieja, Gamla Stan. Me contaba que se oían ecos de tertulias artísticas y literarias, lideradas por viejos poetas como Bellman. El romanticismo de pasear por calles adoquinadas y entrar en famosos cafés, a la luz de las velas. La ciudad rinde culto a las velas… Y de día la luz es diferente a cualquier luz, luz para pensar, más que para existir. Luces suaves, románticas y también efímeras. En Estocolmo se rinde culto a las VELAS. ;-)
http://www.stockholmtown.com/Default.aspx?epslanguage=ES
No hay comentarios:
Publicar un comentario