Te encontré por la
calle, tan delgada
como entonces, pero con más arrugas.
como entonces, pero con más arrugas.
Tú me dijiste:
“¿Tienes mucha prisa o podemos tomarnos algo juntos?”
Después de muchas
copas, con el alba
siguiendo nuestra pista, te lo dije:
“desde entonce no ha habido otra mujer”
siguiendo nuestra pista, te lo dije:
“desde entonce no ha habido otra mujer”
Y en mi interior
bullía la mentira
al alimón con el deseo.
Era tan esperpéntico y absurdo...
al alimón con el deseo.
Era tan esperpéntico y absurdo...
Que se parecía a la
vida...
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