“Si uno se entrega al texto, éste se abre como una flor exótica, aunque raída. Samuel Beckett.
La obra de Beckett resuma pesimismo pero también de destellos de humor y ternura. Sus personajes, muchos de ellos mendigos y borrachos, encarnan una voz que repite que nada cambia, que todo permanece, que no hay posibilidad de saber quiénes somos y que la sombra de la muerte todo lo domina e incluso empantana…
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