Cada mañana, antes de salir de la habitación del hotel, me pongo mis AirPods y selecciono una de mis canciones favoritas de Vetusta Morla. Hoy, como tantas otras veces, elijo "Copenhague". La canción comienza a sonar y cierro los ojos, dejándome llevar por la música mientras camino por las calles empedradas de Ámsterdam hacia mi oficina en el corazón de los canales.
La lluvia ha empezado a caer y el agua corre por los canales. La letra de la canción se mezcla con los sonidos de la ciudad y me siento en paz. Me detengo en mi sitio preferido de bagels y ordeno mi café con bagel de salmón y crema de queso. Tomo asiento en una pequeña mesa al lado de la ventana y observo el vaivén de la lluvia en el canal.
Dejándome llevar por la música y el ambiente, cierro los ojos nuevamente y continúo escuchando la canción. La letra parece hablar directamente a mi corazón, como si fuera una banda sonora de mi vida. El tiempo parece detenerse mientras saboreo mi desayuno y me sumerjo en la música.
Cuando termina la canción, abro los ojos y suspiro. Me siento renovado y listo para enfrentar el día. Me pongo de pie, me ajusto mi chaqueta de HH y salgo a la lluvia para continuar mi camino hacia la oficina...
"Copenhague" de Vetusta Morla
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