Acabo de incorporar a mis peliculas favoritas un geométrico y necrófilo montaje del inefable Sr. Peter Greenaway. Hablamos de un film con las obsesiones y filia del director (ahogamiento, gastronomía, conspiraciones, calculos númericos, voyeurismo, sexo y por supuesto el asesinato cruel...).
Y un 10 a la banda sonora del genial músico Michael Nyman... Viva el Minimalismo Sonoro!!!!
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